CRISTO NEGRO DE SAN ROMÁN
Fiesta: 14 de septiembre
El Cristo Negro de San Román es una imagen de Jesús Crucificado que se venera en Campeche, México. Está realizada en madera de ébano, por eso su color oscuro.
Su historia se remonta a los primeros años de ser fundada la Villa de Campeche, cuando aproximadamente en 1562 o 1563 la península fue severamente azotada por una plaga de langostas. Los pobladores, buscando el auxilio divino, prometieron levantar un santuario al santo que resultara ganador después de echar suertes. El nombre resultante fue el de san Román y fue así que en su honor se edificó a las afueras de la ciudad una pequeña iglesia. Para dicha capilla los lugareños solicitaron a un comerciante que les trajera de Europa una imagen de Cristo crucificado, y es ahí donde comienza la leyenda. De acuerdo a la fuente disponible, durante el trayecto a Campeche ocurrieron grandes prodigios y milagros. Se dice que una fuerte tormenta estuvo a punto de hundir la nave, pero por un milagro el Cristo Negro cobró vida y tomó el timón, salvándoles de un fatal desenlace y aún haciendo que llegaran a su destino en un tiempo más breve. A esa historia se suman tantas otras, entre ellas la muerte y posterior resurrección del propio comerciante por intercesión del Cristo, así como otros incontables milagros y prodigios atribuidos a la venerada imagen, de tal modo que para el siglo XVII, esta devoción que invita tan piadosamente a la oración y reflexión sobre los padecimientos de Cristo en su pasión y en la cruz, ya estaba totalmente afianzada en la vida religiosa de Campeche, y luego en todo México.
Su historia se remonta a los primeros años de ser fundada la Villa de Campeche, cuando aproximadamente en 1562 o 1563 la península fue severamente azotada por una plaga de langostas. Los pobladores, buscando el auxilio divino, prometieron levantar un santuario al santo que resultara ganador después de echar suertes. El nombre resultante fue el de san Román y fue así que en su honor se edificó a las afueras de la ciudad una pequeña iglesia. Para dicha capilla los lugareños solicitaron a un comerciante que les trajera de Europa una imagen de Cristo crucificado, y es ahí donde comienza la leyenda. De acuerdo a la fuente disponible, durante el trayecto a Campeche ocurrieron grandes prodigios y milagros. Se dice que una fuerte tormenta estuvo a punto de hundir la nave, pero por un milagro el Cristo Negro cobró vida y tomó el timón, salvándoles de un fatal desenlace y aún haciendo que llegaran a su destino en un tiempo más breve. A esa historia se suman tantas otras, entre ellas la muerte y posterior resurrección del propio comerciante por intercesión del Cristo, así como otros incontables milagros y prodigios atribuidos a la venerada imagen, de tal modo que para el siglo XVII, esta devoción que invita tan piadosamente a la oración y reflexión sobre los padecimientos de Cristo en su pasión y en la cruz, ya estaba totalmente afianzada en la vida religiosa de Campeche, y luego en todo México.
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